
La continuidad operativa de una clínica dental depende de que cuente con un plan de mantenimiento preventivo eficaz, estructurado y sólido. Que enfoques la gestión de inventarios y operaciones hacia mantenimientos programados te permite anticipar problemas, minimizar tiempos de inactividad y controlar los costos de reparación.
En Dentadec queremos ayudarte a que sepas cómo diseñar, implementar y medir un programa de mantenimiento que proteja tu práctica y garantice la disponibilidad de los equipos críticos.
Un mantenimiento bien planificado reduce la probabilidad de fallas inesperadas en compresores, sistemas de succión, autoclaves, unidades dentales y piezas de mano.
La prevención evita emergencias que te obligan a cancelar citas y solo dañan tu reputación. Por otro lado, extender la vida útil de los activos minimiza la necesidad de inversiones prematuras y, a la vez, optimiza el costo total de propiedad (TCO), un concepto crucial para cualquier evaluación financiera de los equipos dentales.

Un programa integral tiene que incluir: inventario de equipos críticos, cronograma de revisiones, procedimientos estándar (SOP), registro de intervenciones y contratos de servicio con SLA definidos.
Es fundamental que identifiques las piezas que necesitan de inspección periódica, como juntas, filtros, sellos y lámparas, para establecer puntos de control, dependiendo de las horas de uso o los ciclos de esterilización.
Las actividades que puedes hacer para lograrlo:
Es muy importante que el proveedor que elijas sea profesional, eficiente y de tu plena confianza, ya que es importante que siempre cuente con las refacciones necesarias para que no se detenga tu operación.
Puedes establecer acuerdos con ellos para la reposición rápida de productos o de mayor uso, y utilizar el reorden para los consumibles más importantes.
Gracias a esto podrás disminuir el tiempo medio de reparación (MTTR), garantizandote que las intervenciones que estén programadas no se detengan por falta de repuestos.
El proveedor es una parte importante para poder lograr que los procesos fluyan sin inconvenientes ni paros prolongados.

Es importante que negocies contratos de mantenimiento donde se incluyan visitas periódicas, tiempos de respuesta, repuestos incluidos o accesibles y capacitación para tu personal.
Es conveniente que firmes el SLA donde se definan tiempos máximos de respuesta y resolución. Asimismo, trabaja con proveedores que cuenten con cobertura regional, simplificando la logística y minimizando los tiempos de espera, en este sentido.
En Dentadec te ofrecemos esquemas de servicio técnico y suministro de refacciones que hagan simple la implementación de programas de mantenimiento preventivo y disminuyendo el costo de propiedad.
Un plan de mantenimiento exitoso necesita de todo el equipo, y que cada miembro conozca sus responsabilidades: el auxiliar lleva a cabo inspecciones diariamente; el encargado de clínica gestiona órdenes de trabajo y el proveedor ejecuta las intervenciones más especializadas.
Que capacites a tus colaboradores en los procedimientos básicos de revisión y limpieza reduce las intervenciones técnicas y ayuda a detectar signos tempranos de desgaste, para mantener altos niveles de calidad operativa.
Adoptar un sistema de gestión de mantenimiento computarizado (CMMS) o, incluso, hojas de cálculo avanzadas te permite programar las tareas, registrar las intervenciones, controlar los costos y generar alertas de reabastecimiento.
Integrar estos registros con el control de inventario y la planificación de compras mejora la trazabilidad y facilita las auditorías internas.
Utilizar indicadores y dashboards simplifica la toma de decisiones que se basan en datos reales de desempeño y uso.
No olvides definir los KPIs, que sean claros: tiempo medio entre fallos (MTBF), MTTR, número de citas afectadas por las fallas y costo anual en las reparaciones.
Medir antes y después de implementar el programa te permite cuantificar los ahorros, justificando los presupuestos.
Es importante destacar que la inversión en mantenimientos se recupera de forma rápida a través de la disminución de citas canceladas, menor gasto en reparaciones de emergencia y alargamiento de la vida útil de los equipos.
Por otro lado, un consultorio con baja tasa de fallas mejora la reputación y fideliza a los clientes, alcanzando mejores indicadores financieros a mediano plazo.
Si implementas mantenimiento preventivo, verás que en la práctica se trata de una estrategia de mitigación de riesgos operativos.
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